Chistes x Kilos

Era nochebuena, y Pepito dormía cómodamente en su camita. En eso entra por la puerta... ¡Santa Claus! Pepito despierta y grita:

¡Santa! ¡Qué bueno!

-Jo, Jo, Jo… Hola Pepito, vine a darte el regalo que me pediste.

Santa vuelve a la puerta del cuarto y hace un llamado:

-¡Luci, dale su regalo!

Entra Lucifer, el señor de las tinieblas, calzando botas mineras con punta de fierro y sin decir aguas ahí te va, le da un patadón a Pepito en los meros huevos, que lo hace volar dos metros, aterrizar sobre su cama, rebotar con la pared y terminar en el suelo.
Después de diez minutos, Pepito logra decir con voz entrecortada a Santa Claus:

-P... e  pero... ¿por qué?

Santa le responde:

-Sabía que lo preguntarías, así que traje tu cartita para responderte.

Saca entonces la carta que Pepito le mandó y lee:

“Querido Santa:
Sé que no me he portado bien este año, pero ¡me vale madre! Y quiero un patín del diablo por mis purititos huevos”

Luego el viejo barbón, vestido de rojo agrega:

-Jo, jo, jo, jo... así que... disfruta el patín^* que te dio Luci, y para la próxima ocasión, piensa bien en lo que dices y lo que pides. ¡Chamaco mamón!


* Patín, sinónimo de patada

–Pepito estaba sentado en clase, haciendo problemas de matemáticas, cuando su profesora le dice:

–Hagamos un ejercicio deductivo. Supongamos que hay cinco pájaros parados en un arbusto y le disparas a uno con una pistola, ¿Cuántos pájaros quedarían?

–Ninguno–, replica Pepito, –porque uno moriría y los otros saldrían volando.

–Bueno, la respuesta no era esa–, dice la maestra. –Quedan  cuatro, ¡pero me encanta tu manera de pensar!

Pepito, algo humillado por el comentario, decide darle su merecido a la docente y dice:

–Tengo una pregunta de esas deductivas para usted, señorita.

–Dime, Pepito.

–Si hay tres mujeres sentadas en un banco de la plaza comiéndose un helado, la primera lo está lamiendo, la segunda lo está mordiendo y la tercera lo está chupando, ¿cuál de ellas está casada?

–La profesora se sonroja y contesta tímidamente:

–Bueno, no estoy muy segura... supongo que la que lo está chupando.

–No–, dice Pepito. –La respuesta no era esa. La casada es la que lleva el anillo de bodas en el dedo, pero.. ¡me encanta su manera de pensar!

Un joven, al estar con su novia en un parque, dentro de su auto, le ruega, lloriquea y pide, por lo que más quiera, que se deje hacer el amor, pero la chica no accede. Finalmente el joven le dice:

–¡Anda, mujer! ¡Sólo te voy a meter la mitad!

La mujer, por fin convencida, acepta, diciéndole:

–Bueno, pero sólo la mitad... Promételo.

El joven acepta y se lanza sobre ella, desesperado, e introduce todo lo que tiene. La chica, al sentir la embestida, goza tremendamente y le pide a su novio:

–¡Métela toda! ¡Métela toda!

El novio, algo avergonzado, tratando de salvar su orgullo, le dice:

–¡Ah, no! Promesas son promesas.

A la hora de clases, Luisito le pregunta a Toño:  
 
–¿Tú sabes cuál es el animal que más se parece al elefante?  
 
–No, Luisito, ¿cuál es?  
 
–Pues el hijo del elefante.

Llega Pepito a platicarle a su mamá.

–Mamá, yo vi a mi papá haciendo algo con la muchacha.

–¿Sí Pepito? y ¿qué hizo?–,  le pregunta ella.

–Bueno, él la estaba besando y tocándola; luego fueron a la  oficina, la  montó en el escritorio, le bajó la ropa interior y le metió el...– La mamá lo interrumpe abruptamente, diciendo:

–Bueno hijo, este domingo, en la cena familiar, se lo cuentas a todos para  que lo sepan.

Llega el domingo encontrándose toda la familia reunida; la mamá de  Pepito le ordena al pequeño pícaro que cuente todo lo que vio.

–Mi papá estaba besando a la muchacha y tocándola; luego,  fueron a la   oficina, la montó en el escritorio, le bajó la  ropa interior y le metió  el... el... Mami, ¿cómo se llama lo que tú le chupas al chofer?

Está un viejito viajando en el metro, cuando se para en la estación de Insurgentes, se abren las puertas y se monta un muchacho de esos rebeldes Punk, con los pelos parados, pintados de todos colores, vistiendo ropa escandalosa y estrafalaria. El viejito se le queda mirando fijamente hasta que el punk, todo molesto, le pregunta:
 
–¿Qué madres mira usted tanto, viejo de mierda? ¿Acaso cuando usted fue joven nunca hizo nada raro o fuera de lo común?
 
El viejito muy serio le contesta:
 
–¡Claro que sí, escuincle pendejo! Precisamente por eso te estoy viendo. Cuando tenía tu edad, me cogí a una guacamaya, y ahora estoy pensando que tú puedes ser mi hijo.

Un inspector médico está visitando un asilo para ancianos; ve a uno y se detiene ante él:

–¿Cuántos años tiene?

–Noventa y seis, doctor.

–Pues se conserva muy bien para su edad. ¿Y cuál es el secreto de su longevidad?

–Me bebo dos botellas de vino tinto al día, doctor.

–Muy bien, continúe así y que haya suerte.

Se dirige entonces a un segundo viejo.

–Y usted, ¿cuántos años tiene?

–Cien justo, doctor.

–Le felicito. Los lleva usted muy bien. ¿Y cuál es el secreto de su longevidad?

–Me fumo dos buenos puros al día y me bebo al menos cuatro coñacs.

–¡Increíble!

El inspector se acerca a un tercer pensionista que parece mucho más viejo que los otros dos.

–¿También tiene usted un secreto para vivir largo tiempo?

–Sí, doctor. Lo mío es el sexo. Todos los días me tiro al menos doce putas y me masturbo un mínimo de seis veces.

–Me deja estupefacto. ¿Y cuántos años dice que tiene?

–¡Veintinueve, doctor!

Un muchacho va a la farmacia y le dice al farmacéutico.

–Señor, déme un preservativo. Mi novia me ha invitado a comer esta noche a su casa, y como ya llevamos saliendo tres meses, parece que algo quiere.

El farmacéutico le despacha el preservativo; cuando se está yendo, regresa y dice:

–Señor, mejor déme otro, porque la hermana de mi novia está buenísima, y me manda unas cruzadas de piernas que parece que también quiere algo, y como voy a ir a comer a su casa...

El farmacéutico le da el segundo, y cuando se está yendo, regresa de nuevo y dice:

Mire, señor, mejor déme otro más, porque la mamá de mi novia... ¡está súper buena la vieja!, y me manda unas insinuaciones, que, seguro, algo quiere, y como me va a invitar a comer...

Llegó la hora de la comida, y el muchacho está sentado a la mesa con su novia al lado, la hermana al otro lado y la mamá al frente, y en eso entra el papá de la novia y se sienta a la mesa, el muchacho baja la cabeza, junta las manos y empieza a rezar.

–Señor, bendice estos alimentos...te damos gracias por estos alimentos...

Pasa un minuto y el muchacho seguía con la cabeza baja, rezando.

–Gracias, Señor, por estos dones...

Pasan cinco minutos y seguía.

–Bendice, Señor, este pan...

Pasan diez minutos y el muchacho seguía con la cabeza baja, rezando. Todos se miran sorprendidos, y la novia sorprendida más que nadie, le dice al oído:

–Mi amor, no sabia que fueras tan “Católico".

Y él le responde:

–Y yo no sabía que tu papá era “farmacéutico".

Un grupo de hombres está dentro de un baño sauna de un club, cuando un teléfono celular suena. Uno de los hombres lo coge y contesta:

– ¿Sí? Cariño, ¿eres tú? Es que se oye fatal. ¿Hola?

-¿Estás en el sauna?

-Si

-Es que estoy frente al aparador de una tienda, viendo un abrigo de  piel precioso. ¿Puedo comprarlo?

-¿Cuánto vale?

-Pues 15,000 dólares.

-Vale, y cómprate un bolso que haga juego, amor mío.

-Es que... bueno, resulta que pasé por el concesionario de automóviles, y pensaba que, igual, era ya el momento de cambiar el nuestro, así que entré y pregunté, ¿y sabes que?, pues resulta que el BMW está en oferta y hay uno buenísimo, que me ha gustado mucho.

-¿Cuánto vale el coche con la oferta?

-Sólo 80,000 dólares, pero es que el carro es fantástico.

-Bueno, cómpralo y pide los accesorios, ¿eh? Si sube un poquitín más, como situación excepcional, no me enfadaré.

La mujer viendo que hoy todos sus pedidos "colaban", decidió arriesgarse.

-Cariño, ¿recuerdas que mamá quería venir a vivir con nosotros? ¿Te parece que la invite por un mes, como una prueba, y el mes que viene lo volvemos a hablar?

-Buuuuuuuuuueno, pero no pidas nada más, ¿eh?

-Sí, sí, esta bien. ¡Ah!, te quiero mucho.

-Yo también te quiero, un besito y te dejo.

Al colgar el teléfono, el hombre se gira al grupo y pregunta:

-¿De quién diablos es este celular?